Las premisas de Otto Walter tienen un impacto directo en la mejora del clima laboral, el aumento de la productividad en los equipos de trabajo, el aumento de la calidad de las comunicaciones empresariales y en un control y seguimiento más efectivo de los objetivos.
La calidad de la formación y de los formadores, junto con la apertura de miras hacia nuevas técnicas de liderazgo ayudan, en un alto porcentaje, a recomponer la visión de dirección y a mejorarla.